45 años endulzando Alcalá del Júcar


En el corazón de Alcalá del Júcar nació hace más de cuatro décadas un proyecto familiar que hoy sigue más vivo que nunca: Pastelería la Cueva. Todo comenzó en 1980, cuando el padre de Francisco Javier decidió abrir un pequeño obrador para compartir su pasión por los dulces con los vecinos del pueblo. Desde entonces, la tradición ha pasado de generación en generación, manteniendo la esencia artesanal y el compromiso con la calidad.

Francisco Javier ha crecido entre masas, hornos y recetas familiares, y con el tiempo tomó las riendas del negocio. Su experiencia, acumulada tras toda una vida dedicada a la pastelería, se refleja en cada una de las tartas que elabora. En Pastelería la Cueva no solo se trabaja con ingredientes naturales, sino que también se cuida cada detalle para que cada pedido sea único.

A lo largo de estos 45 años hemos visto cómo nuestras tartas han acompañado cumpleaños, aniversarios, bodas y todo tipo de celebraciones. Nos enorgullece formar parte de momentos tan importantes en la vida de nuestros clientes, ofreciendo siempre un trato cercano y una atención personalizada.